Es humano empatizar con el otro, por distinto o desconcertante que resulte de entrada. Pocos grupos más marcianos he escuchado que el de las hermanas Casady — pero cuando celebran su amor de hermanas, es difícil no hacer tuyo el himno.
El verano pasado exploraba por primera vez a este dúo extrañísimo. Hace una semana publicaban nuevo disco, así que vuelvo a ellas, con dos ideas en mente.
La obvia, claro, es degustar el álbum en sí. Sigue aquí la siniestra yuxtaposición de temas oscuros y una música vagamente infantil, un poco como despeinada; casi deliberadamente cutre, si se me permite.
What went wrong in paradise
Nothing left but broken minds
La otra idea es tirar del hilo: entender un poco de dónde toma inspiración un proyecto tan abiertamente heterodoxo, y cómo se trenzan estas influencias dispares. Comento algunos casos más o menos cercanos, nada exhaustivos…
Joanna Newsom también debió de vivir una infancia rarita: estudió en una escuela Waldorf, y tenía prohibido ver la televisión o escuchar la radio; con cinco años pidió tocar el arpa. Su música me parece originalísima, con formas extensas y elaboradas orquestaciones, y con esa voz suya tan característica.
ANOHNI es británica, aunque tuvo una infancia itinerante y acabó en EEUU. Es transgénero, comenzó en el mundo del teatro, y de ahí acabó virando a la música. Desde hace 25 años lidera el grupo Anohni and the Johnsons, en el que escribe y canta los temas. Además de conectar por las temáticas y cierta estética queer, ha colaborado en ocasiones con CocoRosie.
Devendra (Obi) Banhart es venezolano-estadounidense, y sus nombres dicen mucho sobre su contexto familiar. Devendra fue sugerido por el líder espiritual hindú de sus padres; y sí, Obi es por Obi-Wan Kenobi. Una de las grandes voces de eso llamado freak folk, fue de hecho pareja de Bianca Casady, y ha colaborado también con ANOHNI.
La lista es más extensa, pero en algún momento hay que parar. Es una familia pintoresca, sin duda. Pero es hermoso pensar que hasta los más raritos de la clase encuentran la suya.
Cierro por hoy, con más música espacial y mundana, con otra letra un tanto negra.
Is someone watching me?
Who’s there in those dark seats observing me?
Hasta la semana próxima.