De entre mis recientes encuentros musicales, Tigran Hamasyan es sin duda de los que más feliz me hace. Y este disco de 2017 me tiene particularmente obsesionado desde que lo escuché:
El toque fluido del piano, la voz en falsete, ese ritmo eternamente un tanto cojo… El lenguaje armónico me resulta extraño y personal, y la atmósfera que genera muy evocadora.
Armenio formado en Berklee, derrocha un virtuosismo al piano que asusta. No tanto por la velocidad de los dedos como por la complejidad de ciertos planteamientos rítmicos: además de influencias melódicas de su región de origen, debe de haber explorado cierta cantidad de música india. Si no no se explican ejemplos como el maquiavélico Entertain Me:
Temas como este habitan en un terreno extraño, en el que la música fluye con absoluta naturalidad, pero resulta enormemente difícil desentrañar exactamente lo que está pasando. Además, apasionado por el djent, es capaz de aporrear el piano con una violencia que parece incompatible con la precisión rítmica que demuestra.
De Hamasyan me encanta también una peculiar versatilidad instrumental: no solo toca y canta, sino que es capaz de hacer pasajes de beatbox como éste (la grabación no tiene desperdicio, pero la percusión es particularmente espectacular a partir de 13:20 más o menos):
Y, para terminar de conquistarme, silba, como Oliveira…
En sus horas de lectura, que se cumplían entre la una y las cinco de la madrugada, pero no todas las noches, había llegado a la desconcertante conclusión de que el silbido no era un tema sobresaliente en la literatura. Pocos autores hacían silbar a sus personajes. Prácticamente ninguno. (…) Ningún héroe o heroína coronaba jamás un gran momento de sus epopeyas con un real silbido de esos que rajan los vidrios.
En cualquier caso, alguno se preguntará... ¿esto no se supone que iba de música reciente? Pues sí, pero no me sea usted impaciente.
De hecho, Hamasyan ha publicado su último proyecto este mismo verano. Sin embargo, es de tal envergadura y densidad que dejo aquí apenas un aperitivo, el primer tema — volveré a este disco en breve.
Bienvenido pues al apasionante mundo del jazz armenio. Pronto, un poquito más.