En Granada, un hippie tocaba a veces el hang en uno de los callejones en torno a la Catedral. Fue así como descubrí (y me fascinó) el pintoresco instrumento, más de una década más joven que un servidor, y del que años después he encontrado a este intérprete fantástico:
Manu Delago es austríaco, aunque reside en Londres, y no soy capaz de catalogarlo estilísticamente. De su solvencia como instrumentista hablan, quizás, sus colaboraciones con maravillas de la naturaleza tan distantes como Björk o Anoushka Shankar.
Pero, además, me resulta un compositor interesante, reflexivo y comprometido con lo que hace. Este tema, Circadian, por ejemplo, abre el disco homónimo, que gira en torno a las fases del sueño:
En cualquier caso, mi encuentro con Delago, el año pasado, fue a través del dúo (improbable) que forma con el clarinete bajo Christoph Pepe Auer. La combinación de estos dos instrumentos exóticos resulta ser perfecta:
Su último disco, Snow from Yesterday, se ha publicado este mismo febrero de 2024, e incluye al estupendo trío vocal Mad About Lemon, entre otros colaboradores. No es apto para los que busquen música enérgica y animada: es más bien un álbum sereno, pensativo; de sonoridad fluida y consistente; una música que te abraza. Además, es lo que llaman una obra conceptual (que conste que odio el término), y algunas alusiones a las preocupaciones ambientales de Delago no pueden ser más directas. Así se inicia el primer tema, que comparto al comienzo de esta publicación:
Back in the so called “Modern Era”
People destroyed forests and rivers.
Cierro con Paintings on the Wall, delicada y conmovedora:
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