La increíble Varijashree Venugopal ha publicado su debut este 2024, Vari, y suena así de bien:
La mezcla es sorprendentemente efectiva: percusión (india), bajo sin trastes (estadounidense) y mandolina (brasileña) acompañan a la voz virtuosa de Venugopal, que no queda claro si dispara ragas o scat… El espíritu es festivo, la composición vertiginosa pero en esencia sencilla — un placer de escuchar.
Las combinaciones siguen ese patrón mestizo. En Ranjani, por ejemplo, participan desde el estupendo Manjunath al konnakol (una debilidad personal) hasta el banjo de Béla Fleck, o un Moog a los dedos del mítico Michael League, de los Snarky Puppy, que también produce el disco. Pero la mezcolanza nunca resulta forzada: todo fluye con naturalidad, como si fuesen sonoridades conviviendo desde hace siglos.
Venugopal es nativa de Bangalore, en el sur de la India, hija de músicos, y niña prodigio. Cantante consumada en la tradición carnática, toca también la flauta, y tiene un gusto evidente por la fusión de esta tradición con músicas de otros lugares. Como buena intérprete de su tierra, además, tiene un dominio rítmico que resulta sobrehumano para cualquier extranjero. Ya hace unos años me la había encontrado en esta interpretación imposible:
Solo a posteriori he hecho la conexión entre el disco, que he conocido hace poco, y este dúo legendario.
También descubro encantado que Venugopal resulta ser amiga de una de las primeras intérpretes aparecidas en esta newsletter, la clarinetista Anat Cohen, que participa también en el disco.
Venugopal, segunda sorpresa de la India que comparto aquí, me ha fascinado desde la primera escucha. Y lo mejor es que, con poco más de treinta años, tiene una larga carrera por delante.
Disfrutemos, pues, de este sueño: