¡Ay, Madrid!
"Ni con un beso habrá un final feliz"
Justo empieza el verano, así que permítaseme compartir algo más conocido que de costumbre. Vetusta Morla, sexteto indie más que consagrado, acaba de estrenar disco:
Me encanta la letra tan bien hilada, esa destreza curtida durante veinte años en el ajo. También ese tino para capturar el espíritu de la época, nuestro pongamos que hablo…, casi medio siglo más tarde. Me encanta esa vigencia increíble del lamento cromático.
Sin desmerecer, desde luego, su música, mi impresión es que Vetusta da tanto en el clavo porque sabe capturar siempre algo especial con sus letras. Lo bastante explícito, lo bastante abierto — el justo punto medio.
Un golpe maestro
No es ya que hayan capturado, para muchos, lo que estaba atravesando nuestra generación. O que uno vea reflejados ahí ciertos miedos, así en abstracto. Hay también cosas más personales, más inquietantes.
Por ejemplo: como muchos sabéis, hace unos años María y yo nos liamos la manta a la cabeza, dejamos el trabajo, agarramos unos enormes mochilones y aterrizamos en Bombay, sin billete de vuelta. El último disco de Vetusta era entonces (“hay esperanza en”) La Deriva, nuestro himno oficioso del momento:
No mucho después, por circunstancias que no vienen al caso, la vida nos colocaba de nuevo en un más prosaico Alhaurín. El gran viaje acabó prematuramente, pero nos sentíamos en gran medida transformados. Poco después, nuestro grupo publicaba su nuevo disco, Mismo Sitio, Distinto Lugar…
Huye de aquí
Vetusta Morla tiene un cuarto de siglo de trayectoria, y mi impresión es que siempre han tenido cabeza para hacer las cosas con cierto sosiego: ya de entrada, tardaron en torno a una década en publicar su primer LP. Me parece una buena decisión.
Ahora, tras este estreno, se toman un merecido descanso. No debe ser fácil mantener la energía, la frescura; incluso las ganas de aguantarse unos a otros. Bienvenido sea el hiato si deja espacio para germinar nuevas ideas.
El disco está lleno de pequeños descubrimientos; como he de elegir, sin embargo, me despido con Catedrales.
Como siempre, se agradecen recomendaciones a cambio.
Es tu turno, sé que puedes hacerlo…